La corrosión atmosférica de los metales es actualmente responsable de un apreciable porcentaje del daño normal que se produce por este fenómeno, alterando la durabilidad así y como la operatividad de equipos, edificios, estructuras, piezas, etc. Para disminuir este efecto existen dos métodos clásicos que son cubrir el metal con recubrimientos separando de esta forma la superficie de la atmósfera o usando aleaciones especiales, estas prácticas presentan muchas veces desventajas y limitaciones que subsanan con el uso de inhibidores en fase vapor.
Los inhibidores de corrosión en fase vapor de Cortec acondicionan un recinto mediante la fijación de las moléculas inhibidoras de la corrosión sobre los metales a proteger.
La protección anticorrosiva se produce como consecuencia de la formación de una capa monomolecular que impide el acceso de atacantes externos e igualmente la transferencia de electrones.
A continuación se abordan las actuaciones más relevantes que proporcionan los inhibidores de corrosión en fase vapor (VCI) de Cortec y que permiten resolver numerosos problemas con sistemas muy sencillos de aplicación.
La protección anticorrosiva en elementos metálicos en almacenaje de corto y largo plazo, como los envíos, tiene una elevada importancia dentro del mundo actual. El perfecto estado del material final a servir al cliente es una de las grandes premisas de calidad que cualquier fabricante debe de imponer en sus fabricados.
La corrosión atmosférica de los metales es actualmente responsable de un apreciable porcentaje del daño global que se produce por este fenómeno en las instalaciones constituidas por este tipo de materiales.
La vida en servicio de las estructuras de hormigón se ve acortada en numerosas ocasiones debido a la presencia de procesos de corrosión que dan lugar a un grave deterioro del conjunto de la estructura.
La corrosión de los complejos equipos eléctricos y electrónicos es un problema a tener en cuenta debido a los costosos y a veces peligrosos fallos a que da lugar.